Guiandolos a emprender la aventura del conocimiento con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas

domingo, 25 de julio de 2010


Aprendiendo a Observar a Mis Hijos - Parte 4




CUANDO NUESTROS PEQUEÑOS MIENTEN.-
Esta es una etapa por la que casi siempre pasan nuestros hijos e hijas y en nosotros como padres esta el que ellos y ellas salgan o no lastimados, por lo pronto, analicemos porque mienten, este fenómeno se puede dar por diferentes motivos; por temor al castigo, por engañar a sus compañeros, porque su realidad no cubre sus expectativas y prefiere cambiarlas en la imaginación, porque su autoestima es muy baja y tiene temor al rechazo, etc.

¿Cómo sabremos si nuestros hijos mienten? No es muy fácil darnos cuenta de esta situación pero podemos intentar los siguiente, cuando a una pregunta dada, nos contesta de forma espontanea, es probable que este diciendo la verdad, pero si por el contrario su respuesta es ensayada, tenemos un problema, es probable que si continuamos haciendo preguntas captemos más a fondo hasta donde llega la problemática, también de la observación de su rostro, podemos tener conciencia de ello, si esta relajado y tranquilo es verdad, si esta tenso y demuestra ansiedad, ira o temor, es hora de actuar.

En base a la observación que hagamos de nuestros pequeños, nos podremos dar cuenta de cuál es el motivo que los empuja a mentir y a partir de ese descubrimiento planear la estrategia para solucionarlo, sin que ellos salgan lastimados en el proceso. Por medio de la observación también nos daremos cuenta de cuan involucrados se encuentran, es incipiente y por lo mismo va a ser fácil librarse de el, o ya se convirtió en un habito y va a presentar mucha resistencia al cambio.

Es necesario que tomemos en cuenta que los niños y niñas aun desde pequeños, comprenden todo lo que escuchan, aun cuando nosotros no estamos conscientes de ello, en ocasiones hablamos sin darnos cuenta que nuestros pequeños todo lo captan, casi todo mundo a hecho uso de expresiones como las siguientes: si me vienen a buscar digan que salí, si hablan preguntando por mí, digan que no estoy, por lo tanto ellos se van familiarizando con la mentira.

También es necesario analizar si nuestro nivel de exigencia es demasiado alto, pues puede influir de tal forma que al no poder alcanzarlo, se decida a mentir para justificarlo, o sientan que de esa forma no nos defraudan y simplemente liberar la tensión que les causa tener una responsabilidad tan alta.

Por último debemos saber qué hacer en esta situación:

Ø Recordar que nosotros somos su ejemplo de vida por lo tanto, no les demos ese ejemplo.

Ø No alterarnos, ya que debemos tener la cabeza fría, para poder enfrentar la situación.

Ø Debemos crear un clima de confianza y bienestar para, sin reproches y represión hablar con el o ella y hacerles ver que les tenemos confianza y que no queremos perderla.

Ø Es muy importante que les quede claro cuáles son las reglas y las consecuencias de transgredirlas.

Ø Premiar la honestidad en su justa proporción.

Ø Nunca debemos ventilar estos problemas en público, pues lastimamos su autoestima.

Por ultimo recuerde que el amor es la mejor solución a los problemas que enfrentamos a lo largo de nuestra vida, y la crianza de nuestros hijos no es la excepción.

martes, 6 de julio de 2010


Aprendiendo a Observar a Mis Hijos - Parte 3



CREANDO HIJOS FELICES

Desde tiempos inmemoriales los padres  han pugnado por lograr la felicidad completa de sus hijos, las más de las veces sin conseguirlo porque son pocos los que saben como lograrla, ¿En base a que, queremos que nuestros pequeños tengan toda la felicidad? y por sobre todo ¿Qué es la felicidad?, de acuerdo a los paradigmas actuales ser feliz es poseer más que los demás, también nos venden la idea de que ser feliz es ser el más popular, el más famoso, la más bonita, etc. También en los medios electrónicos todo el tiempo nos están bombardeando con mensajes consumistas donde nos invitan a comprar de todo como si de eso dependiera la felicidad nuestra y de los que nos rodean.

Afortunadamente nuestros hijos no necesitan nada de esto para ser felices, lo que necesitan es un hogar donde los padres se amen y se respeten, donde el hijo no sea un subordinado a las órdenes de los mayores, sino una parte importante de la familia que siente, piensa y reclama su lugar en el concierto familiar, también es muy importante la seguridad que se le ofrezca, que se le guie sin represión, pero con una autoridad firme y amorosa, por sobre todo lo demás debemos recordar que nosotros somos su ejemplo de vida, su guía a seguir, por lo tanto si ellos nos oyen quejarnos de: la situación laboral, económica, la vida, etc. Eso es lo que ellos aprenderán de nosotros, por el contrario si de nosotros reciben ideas positivas, si nuestra actitud es de franca alegría y vivacidad ante la vida, esa misma actitud es la que nuestros pequeños imitaran hasta que se les forme como hábito de vida.

Practiquemos entonces la felicidad, pues esto es lo que le heredaremos a nuestros hijos y será el mejor regalo que les podamos dar, además no cuesta nada, ¡Seamos felices para que nuestros hijos también lo sean!

Aprendiendo a Observar a Mis Hijos - Parte 2



CUANDO LOS NIÑOS DICEN MALAS PALABRAS.-


Por lo regular los niños y las niñas pasan por esta etapa, en nosotros como padres está  ayudarles a que la superen. ¿Porqué nuestros hijos dicen malas palabras? Como en todo proceso de enseñanza-aprendizaje,  esto se da en los primeros años de vida, cuando aprenden a hablar y se dan cuenta del poder del lenguaje,  aún cuando ellos no estén consientes de su significado, si perciben que pueden ser reprimidos por usarlas. Recordemos que a esa edad los niños y las niñas aprenden por imitación, ya sea que las escuchen en su hogar, con sus amiguitos, o con  las personas que convivan en  su entorno.

Cuando ellos oyen por primera vez alguna de estas palabras puede ser que la repita o no, según el efecto que provoque en las personas que lo escuchen, desde luego para que cause hábito y las incorpore a su vocabulario, este tendría que escucharlas y usarlas constantemente, como cualquier conocimiento nuevo.

Ahora la pregunta es ¿Cómo evitar que mi hijo repita esas palabras? Por experiencia sabemos que el método que no debemos usar es la prohibición, ya que esta puede ser contraproducente pues generaría en nuestro hijo o hija, rebeldía,  ira, temor, frustración, cualquiera de estos sentimientos negativos va a dañarlos y dañar nuestra relación con ellos, por lo que debemos evitarlo. Ser permisivos traerá como consecuencia que el hábito se afiance en ellos y ya no sea posible erradicarlo y recordemos que siempre tiene que haber un principio de autoridad y este debemos ejercerlo nosotros.


El método más aceptado en estos casos es, el diálogo, ya que cuando lo ejercemos sale beneficiada la autoestima de nuestros pequeños pues no les estamos imponiendo nuestra autoridad estamos entablando una relación de iguales donde ellos también pueden dar su punto de vista sin represión y nosotros podemos guiarlos hacia los objetivos mejores para ellos, desde luego esto puede hacerse sin rebasar los límites en que salga afectada la formación de su personalidad.