Guiandolos a emprender la aventura del conocimiento con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas

martes, 9 de noviembre de 2010


APRENDIENDO A OBSERVAR A MIS HIJOS - Parte 10

CREANDO HIJOS LIBRES.- A partir de nuestro nacimiento, nuestros padres quienes son los que se encargan de moldearnos, de educarnos, de formarnos, van condicionándonos para que nos "comportemos como es debido", hay frases que se van utilizando de generación en generación como las siguientes: "si te portas mal te voy a acusar con tu papá", "si no te portas bien ya no te voy a querer" “si eres malo te va a salir el coco”, en fin que la supuesta educación que nos dieron fue más bien una especie de condicionamiento que ayudo a que sin pensarlo, sin analizar, sigamos ciertas normas que “son aceptables para la sociedad”, ahora bien esto nos lleva a reflexionar en las condiciones en las que les toco a nuestros padres criarnos, siguiendo preceptos que en estos días no resisten un análisis, pero en su tiempo eran verdades aceptadas por todos.


¿Cómo podemos evadir las trampas que nos han ido colocando a lo largo de la culturización que por siglos nos han aplicado nuestros mayores, bajo el pretexto de la civilización?, ahora que estamos en el otro extremo y que a nosotros nos toca desempeñar el papel de padres, como evitar incurrir en los errores que cometieron ellos y a la vez darnos cuenta de cuáles fueron los logros que nos han permitido salir avante en este conflictivo medio donde nos desenvolvemos. Cuando nuestros pequeños están tan desvalidos que dependen completamente de nosotros es cuando debemos evitar la tentación de condicionar nuestro amor y atención a que ellos sigan un determinado patrón de conducta, desde luego que nuestro deber es educar pero sin caer en el error de usar el chantaje como condicionante de nuestra ayuda o nuestro cariño, de nuestra atención, aquí es muy importante que enfoquemos lo que realmente queremos que nuestros hijos logren (ojo) es que nuestros hijos logren, no lo que queremos lograr con ellos.


Gran parte de la represión que siempre se a usado en contra de los hijos se basa en despertar el complejo de culpa, “eres malo por lo tanto me haces sufrir”, Ya no te voy a querer porque eres muy malo, nunca me obedeces. Esta y otras frases van minando la autoestima de nuestros pequeños a quienes les exigimos casi una obediencia ciega porque no sabemos educarlos de otra manera, y sin embargo nosotros estamos seguros de que todo lo hacemos por el amor que les tenemos.



Debemos reflexionar sobre la naturaleza de lo que representa el complejo de culpa, este es un cáncer que va carcomiendo el espíritu del ser humano, así es que si aspiramos a tener hijos que en todos los aspectos sean libres y exitosos, evaluemos la educación que les estamos dando y recordemos que con amor, con firmeza, con responsabilidad y con el ejemplo que les demos, tendrán las armas que les permitirán alcanzar todas las metas que se propongan.

2 comentarios:

  1. este es un tema que no he escuchado,que lo toquen con frecuencia, "felicidades" ES MUY BUENO NOS PONE A PENSAR MUCHO.SIGAN ADELANTE

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