Guiandolos a emprender la aventura del conocimiento con los pies en la tierra y la mirada en las estrellas

lunes, 22 de noviembre de 2010


APRENDIENDO A OBSERVAR A MIS HIJOS - Parte 11

LAS RELACIONES DE NUESTROS PEQUEÑOS.- A lo largo de la historia las relaciones interpersonales siempre han sido fuente de conflictos, donde las dos partes quieren tener la razón y ninguna cede en su postura, por otro lado cuando se sabe establecer buenas relaciones de amistad, estas resultan ser muy gratificantes para ambas partes, puesto que suelen ser la base de una gran camaradería donde las dos ofrecen lo mejor de sí y son un apoyo, tanto, cuando se disfruta de alegría como en los momentos difíciles.

Por su importancia, últimamente se ha abordado este tema en diferentes estudios enfocados en distintas direcciones, para nuestros objetivos nosotros nos concentraremos en las relaciones que en el trascurso de sus primeros años van teniendo nuestros pequeños y los conflictos que puedan ir dándose a lo largo de ellas. Recordemos que las relaciones entre compañeros además de ser el pilar de nuestro desarrollo cognitivo y social, también determinan en gran medida la validez de nuestro funcionamiento como adultos.

¿Cuál es la clave para que un pequeño o una pequeña puedan establecer buenas relaciones?, no basta con tener una gran inteligencia, ni que sea el mejor de la clase, ni siquiera la conducta que tenga en la escuela, lo importante es lo hábil que demuestre ser en la elaboración de sus relaciones, tanto con compañeros como con otros adultos, a mayor abundamiento, los niños rechazados, agresivos, problemáticos, incapaces de relacionarse, es probable que en su vida adulta no demuestren capacidad para funcionar exitosamente.

De la habilidad que demuestren nuestros pequeños para sostener sus relaciones de amistad, depende también de qué forma resolverán sus problemas, las manifestaciones negativas no es posible que las eviten todo el tiempo pues siempre habrá niños que no sepan resolverlas y demuestren agresividad como único camino, en estas situaciones es cuando ellos demuestran la madurez para resolver sus propios conflictos, así es que de la observación de los pequeños podrá darse cuenta de cómo encaran sus hijos la convivencia dentro y fuera del hogar.

Veamos ahora cuales son las habilidades que sus hijos e hijas requieren para entablar relaciones sociales positivas:


 Sentido del humor.


 Capacidad para establecer empatía.


 Se siente a gusto cuando está solo.


 Sabe manejarse cuando tiene conflictos con otros niños.


Así como estas otras:


 El se acerca a otros compañeros.


 Razona su posición.


 Expresa sus preferencias.


 Expresa sus derechos.


 No lo intimidan fácilmente.


 Expresa su enojo sin agredir a otros.


 Espera su turno.


 No es egocéntrico.


Más adelante observaremos estas otras.


 Acepta y coopera en las iniciativas de otros niños.


 Demuestra habilidad para repartir el protagonismo y la atención.


 Adapta su comportamiento al grupo.


Cuando no se adaptan a resolver sus conflictos, estos pueden plantear al menos dos situaciones diferentes y que es necesario identificar, el primero es el rechazo y el segundo es el aislamiento, estas dos problemáticas nos indican que los niños con estas características por lo regular presentan una baja autoestima que se manifiesta de distintas formas.


El niño rechazado se comporta de manera egocéntrica y se enfoca en querer llamar la atención del grupo en forma desmedida, creando problemas, agrediendo a sus compañeros, rompiendo las normas, queriendo erigirse en líder, Etc.


El niño aislado por el contrario, desde el principio se encuentra fuera de lugar en el grupo, no socializa, no interactúa con sus compañeros por lo que al poco tiempo es como si no existiera dentro de ese núcleo, cuando rebasa un tiempo determinado y no logra adaptarse, ya puede considerarse un problema.


En el primero de los casos, los niños rechazados, los padres que identifican esta situación, deben tomar en cuenta que los castigos físicos conseguirán agrandar más el problema por lo que no es recomendable, en el mejor de los escenarios, con paciencia y razonando con el podemos ir replanteando su comportamiento para que lo vaya adecuando hacia unas relaciones sanas y gratificantes para él y para sus compañeros.


En el segundo caso, los niños aislados.- Aquí la disyuntiva es ¿Cómo puedo hacer para que mi hijo o hija que es tan tímido o tímida pueda decidirse a entablar relaciones con otros pequeños y deje de aislarse?.


En este caso tenemos que tomar en cuenta que no podemos forzar esta situación, presionando no vamos a conseguir más que empeorar las cosas. Aqui es preferible brindar el escenario para propiciar el acercamiento, esto es acudir con el a parques, jardines, inscribirlo en clases de natación, ingles, baile, etc. De acuerdo a sus preferencias para darle ocasión a que el entable alguna relación, si él no es el más popular de su núcleo no importa, recordemos que importa más la calidad que la cantidad.


En ambos casos si vemos que transcurrido un tiempo prudencial y no se dan los resultados esperados, será necesario consultar con el especialista.




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